CapÃtulo cero
PRECUELA
En 1532 Francisco Pizarro y sus tropas pisaron la tierra del Imperio incaico. Desde el momento en que los hombres blancos desembarcaron, los incas desplegaron una red de espÃas que monitoreó los pasos de los conquistadores. Ningún movimiento se les perdió de vista.
Nos contaron en la escuela que los pobladores originarios de Abya Yala creÃan que los españoles eran dioses. También nos contaron que un puñado de hombres europeos desmembró civilizaciones milenarias en pocos años a fuerza de hidalguÃa. Pero esa simplificación de la realidad, que resultó muy útil a la hegemonÃa colonizadora, buscó explicar un enfrentamiento de cosmovisiones irreconciliables